Según un estudio reciente, realizado antes de la pandemia, los trabajadores felices son un 88% más productivos que aquellos con actitud negativa.
El estudio "Felicidad y Trabajo", realizado por la consultora mexicana Crecimiento Sustentable, indica que la gente feliz presenta mayor energía y dinamismo a la hora de realizar sus tareas laborales, lo que conlleva mayor eficiencia y productividad para las empresas.
El estudio también revela que un empleado feliz tiene menos riesgos de todo índole en el lugar donde trabaja, ya que previene accidentes, ve el lado bueno de los problemas o incidentes que se presentan y se percibe como optimista en todo momento. Estos factores llevan a que los empleados tomen decisiones que ayudan a mitigar o salir de las adversidades.
De igual modo, un ambiente laboral agradable hace que los individuos tengan relaciones personales positivas, control y autonomía, desarrollen su creatividad, cumplan con los objetivos, y, por ende, exista un equilibrio entre la vida personal y laboral.
El estudio encuestó a más de 1.500 profesionales de México y detalla los siguientes beneficios dentro de las organizaciones que cuentan con trabajadores que se sienten bien:
+ 33% de energía y dinamismo = + eficiencia y productividad en las organizaciones
- 300% en el riesgo de tener accidentes laborales
Visión positiva que permite resolver problemas
Mejor adaptación a los cambios
Los participantes del estudio describieron que la felicidad laboral “está directamente relacionada con disfrutar el trabajo que haces, sentirte orgulloso de la empresa, y trabajar con gente con la que exista una buena relación. Trabajar durante largas horas sin levantar la cabeza o relacionarse con sus compañeros, hace a los empleados estar apagados y pesimistas. Esto se traduce directamente en un descenso de la productividad”, describieron algunos de los encuestados.
Recomendaciones para mantener a los empleados felices y productivos:
Leonard J. Glick, profesor de gestión y desarrollo organizacional de Northeastern University, Boston, describió para la revista Forbes una serie de consejos para mantener a la fuerza laboral contenta y, a la vez, productiva.
Que se sientan propietarios de la empresa Hay que conseguir que los empleados se sientan dueños de la organización, en lugar de pensar que sólo es meramente un puesto de trabajo. El hecho de que el personal se sienta responsable de participar en el producto o servicio final que el cliente compra hace que no sólo esté más satisfecho, sino también más comprometido. Una de las maneras de hacerlo es asegurar que todos sepan qué se hace en cada etapa de la producción, lo que permite participar con propuestas de mejora en cualquier fase.
Otorgarles confianza para salir de su zona de confort Es poco probable que los empleados quieran hacer una tarea específica y repetitiva hasta su jubilación. Otorgue nuevas responsabilidades que les permita crecer y tener más confianza, y que al mismo tiempo les den más valor a la organización. “El mayor riesgo es tener gente quemada o aburrida en la empresa”, afirma Glick.
Mantenga informado al equipo Como es lógico, los directivos suelen tener una perspectiva más amplia y más clara de la empresa que los trabajadores. Vale la pena aprovecharlo para compartir información con los empleados, sobre todo antes de que sepan las cosas por terceras personas. Saber cómo van los números o cuáles serán los próximos desafíos los invita a participar en la marcha de la compañía.
Trate a los empleados como adultos Si tiene que informarles de una mala noticia, hágalo sin disimulos. Los trabajadores no son niños a los que hay que camuflarles las malas noticias; y si se dan cuenta que se les trata así, el efecto es mucho peor que la mala noticia en sí. “Por norma general, los empleados son capaces de digerir la información; y de hacerlo mucho mejor si se les demuestra que se los tiene en cuenta”, asegura el profesor.
Eres el jefe, no olvides la jerarquía Es importante no olvidarse de la jerarquía, más aún cuando es necesario tomar decisiones difíciles o complejas. Es importante que asuma esa responsabilidad, ya que las organizaciones requieren de liderazgo para sobrellevar las adversidades o momentos difíciles. Según Glick, “Uno de los principales problemas de la relaciones abiertas entre jefe y empleado es caer en el error de que se trata de una relación de igualdad”.
El dinero importa (pero no tanto como parece) Los empleados suelen tener muy en cuenta la remuneración al aceptar una oferta de trabajo, pero una vez alcanzado el acuerdo, la fuente de estímulo cambia rápidamente. Según el profesor, “la motivación viene de la oportunidad de aprender, de contribuir”.
Las comodidades en la oficina importan (pero no tanto como parece) Algunas compañías se han hecho famosas por la cantidad de beneficios que les ofrecen a los trabajadores en las oficinas, donde existen desde bares hasta mesas de ping pong. Sin embargo, esto no tiene ningún valor si no se acompaña con una política de motivación y de compromiso que se centre en los empleados. “Puede que sea más fácil que la gente venga a trabajar, pero no significa que trabajen más ni mejor por tener esas facilidades”, concluye Glick.
Sin duda alguna muchos de estos conceptos siguen vigentes, a pesar de haber tenido interrupciones de presencialidad durante la pandemia. Sin embargo, muchas empresas están buscando monitorear el efecto de la pandemia en sus colaboradores, para poder definir la "nueva normalidad" de la rutina de trabajo.
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Fuente: https://connectamericas.com/es/content/los-empleados-felices-%C2%A1son-m%C3%A1s-productivos